Iglesias a Yolanda Díaz por el veto a Montero: «Es la ejecutora de una violenta campaña de la derecha»

Veto a Irene Montero
Yolanda Díaz y Pablo Iglesias (EP)
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
  • Responsable de la mesa de coordinación. Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

El veto de Yolanda Díaz a Irene Montero en las listas de Sumar para el 23J sigue provocando reacciones a lo largo y ancho de Podemos, después de que Ione Belarra y la cúpula de la formación morada firmaran el acuerdo para concurrir juntos a las elecciones. Pablo Iglesias se ha despachado contra la vicepresidenta segunda del Gobierno a la que ha advertido que se está convirtiendo «en la ejecutora final de una violenta campaña de la derecha mediática, judicial y política» contra la todavía ministra de Igualdad.

Una vez que Podemos ha firmado el acuerdo para concurrir en una amplia amagalma de fuerzas de izquierda bajo el paraguas de Sumar y con la cara de Yolanda Díaz como reclamo en las papeletas, las cabezas visibles de la formación pasan a presionar a Yolanda Díaz para que no vete de las listas a la ministra que ha permitido la excarcelación de violadores y las reducciones de pena a abusadores y pederastas.

Pablo Iglesias, que desde la sombra mueve los hilos podemitas, ha vuelto a salir en defensa de la madre de sus hijos presionando a Díaz a todos los niveles. Por un lado, advierte a la líder de Sumar del «desprecio» que supone para los dirigentes y para las bases del partido morado el veto a Irene Montero: «Está decepcionando a demasiada gente», ha señalado el ex vicepresidente del Gobierno alentando lo que es una realidad, y es que entre las bases de Podemos existe la duda de si votar o no a Sumar en caso de que se ejecute el veto.

Por otro lado, apela al «error» que está cometiendo Yolanda Díaz al «golpear a una figura crucial de la izquierda», como es Irene Montero. «Es posible que Díaz no sea consciente aún del error político que comete (…). Está a tiempo de rectificar y me consta que incluso personas de su propio entorno que en nada simpatizan con Podemos tratan de advertirle que está comprometiendo sus propios objetivos políticos».

Iglesias justifica esta deriva de Díaz culpando, como no, a la derecha, los medios y los jueces: ella misma se convierte «en ejecutora final de una violenta campaña orquestada desde los más siniestros aparatos de las derechas mediática, judicial y política». Y la segunda, pensando que la «clave de tener éxito es dejar claro que son una izquierda muy diferente a Podemos», para lo que tienen que «matar políticamente a Montero», y ha advertido de que Díaz «está imponiendo su visión sin contemplaciones, confiada quizá en los apoyos mediáticos».

«Se equivoca al hacerlo. Para ganar el poder en la izquierda no hacía falta golpear así a una figura crucial de la izquierda y del feminismo que ha demostrado algo poco frecuente en política y necesario para la izquierda: valentía», ha concluido Iglesias en un artículo que firma en CTXT.

Díaz sucesora de Iglesias

Pablo Iglesias, cuando todavía era vicepresidente del Gobierno, decidió convertirse en el salvador de la Comunidad de Madrid y se presentó a las elecciones autonómicas de 2021 para rivalizar con Isabel Díaz Ayuso. A su marcha del Ejecutivo, Iglesias provocó otro terremoto al designar a Yolanda Díaz como su sucesora en la vicepresidencia que por cuota le tocaba a Podemos –no cediendo ese sillón contra todo pronóstico a su compañera Irene Montero–.

«Creo que digo algo que sienten millones de personas de izquierdas en España si digo que Yolanda Diaz puede ser la próxima presidenta del Gobierna», aseguraba un eufórico Iglesias cuando cedía los trastos a la integrante de Izquierda Unida aunque mantenía a Ione Belarra como número 1 de Podemos, pero con la alargada sombra de la ministra de Trabajo sobrevolando el liderazgo de la formación comunista.

Lejos han quedado los elogios. Tras el batacazo sideral de Iglesias en Madrid –que le obligó a cortarse, literalmente, la coleta– y el descalabro del 28M, Podemos se encuentra al borde de la desaparición. De hecho en Madrid, ya no tiene representantes. Sí los tiene, en cambio, uno de los partidos que tendrá más peso en Sumar: Más País.

La única salida que le ha quedado al partido morado para intentar mantener los pocos sillones que le quedan –cuando asaltaban el cielo renegaban de estar en política por los sillones– es ir de comparsa de Sumar. Lo que no han logrado es imponer a las personas en las listas como ellos querían.

Hasta el próximo día 19, fecha en la que tendrán que presentarse oficialmente las listas de candidatos al 23J, asistiremos a un intercambio de pareceres entre las diferentes familias políticas que componen el tutti frutti que es Sumar para no perder las cuotas de poder que cada uno considera que le corresponde. Iglesias ha abierto el fuego.

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